Los que dejan huella - 20 historias de éxito empresarial - page 268-269

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para elaborar pan congelado precocinado, un producto muy complicado.
Hoy tenemos algo más del 70% del grupo de panadería congelada y somos el
primer panadero de Canarias. Somos líderes en leche líquida y estamos entre
los cinco primeros en café. Sin olvidar que las representaciones de mi padre
se siguen vendiendo, como por ejemplo: conservas cárnicas, quesos, embuti-
dos, etc., y que la familia participa en la empresa. Primero, mi padre; luego,
yo y mis dos hermanos: uno que es sacerdote y un gran investigador eclesiás-
tico y otro que es médico traumatólogo ya retirado en Canarias, y finalmente
parte de mis hijos e hijas.
En el grupo JSP cada empresa es una unidad de negocio independiente, pero la
base es la familia Sánchez Peñate. La facturación conjunta es de 140 millones
de euros. En muchos sectores en los que actúa, este grupo familiar ha resistido
con éxito la competencia de grandes multinacionales con ingentes recursos.
La ballena es muy grande y se mueve lentamente; el delfín es más chico pero se
mueve más rápidamente. No hay que tener miedo de las ballenas. Nuestra em-
presa es importante y sólida, se defiende con su trabajo de las multinacionales:
a veces es más dura la competencia de una empresa de nuestro mismo tamaño
o más pequeña que la de una más grande o una multinacional.
Para crecer, siempre nos hemos apoyado en el crédito. En los 50 mi padre
no tenía dinero suficiente y los bancos siempre le daban crédito. ¿Por qué?
Porque siempre cumplía. Yo puedo dar crédito a un cliente que me compre
leche o café; si cumple, le sigo dando leche y café; si no cumple, ya no le vendo
más. Con los bancos ocurre lo mismo: si cumples con ellos, incluso en mo-
mentos difíciles como los que hemos tenido, siempre dan crédito. Hoy los
bancos nos dan crédito porque saben que cumplimos y saben que el dinero
está en la empresa, no se lleva para historias o lujos familiares, no se utili-
za para cosas que no son productivas. Somos empleados de nuestra propia
empresa y trabajamos por y para la empresa. Aquí no puede venir un hijo y
decir “Quiero comprarme un coche”. Si ganas dinero suficiente porque eres
vendedor e ingresas comisiones, o eres un ejecutivo, haz lo que quieras, pero
no me gusta que la familia tenga signos externos. Mire usted, con los emplea-
dos hay que tener sensibilidad. No se puede llegar a una empresa y aparecer
en un súper coche mientras que el empleado no puede adquirirlo, y eso que
hoy día todo el mundo tiene buenos coches. Incluso hay empleados que hoy
tienen mejor coche que los directivos. Si se gastan su dinero en eso, allá ellos.
Pero en nuestra política social, el empleado es parte de la empresa porque sin
él no habría empresa. Hoy somos unas 1000 personas en el grupo: el 90% está
en Canarias y el 10% en Getafe. Siempre seleccionamos personal que conviva
en la empresa con los dueños porque los dueños deben conocer cómo traba-
jan. En los 60, uno de nuestros problemas era que las mujeres se casaban y se
iban: la respuesta fue abrir guarderías. Las primeras se abrieron en 1971 en
Las Palmas y en Tenerife. Antes, yo permitía que las mujeres vinieran con el
niño a la oficina porque, si no, no podían trabajar.
Fuimos pioneros en abrir puertas a las mujeres en tiempos en los que en-
contraban muchas cerradas. En las plantas de envasado de leche en polvo y de
café se buscaron facilidades para que las mujeres pudieran trabajar: la cafe-
tería para comer y las guarderías. Por comer en la cafetería se paga una cuota
mínima; hay que pagar, no se puede dar nada gratis, pero sí a precios muy ase-
quibles que la empresa subvenciona en parte. Lo que se da gratis no se valora.
Si la comida es gratis, no se valora. Si me cuesta algo lo valoro más. Todos
estos servicios –el comedor, la guardería, las pistas deportivas, la piscina– es-
tán subvencionados por la empresa. Los trabajadores pagan una cuota simbó-
lica y la empresa asume la mayor parte del coste estimado en unos 300.000
euros al año. El gasto está más que justificado porque estos servicios están
muy valorados por los trabajadores, dan buen ambiente de trabajo y motivan
a la gente. Uno de los grandes problemas que hoy tiene la sociedad española
es que hay muchas cosas gratuitas. Por ejemplo, en la medicina, que es muy
buena, con la magnífica Seguridad Social española, la mejor de Europa, no se
ha valorado el que vayas a un hospital y tengas de todo, y te hagan de todo. Por
eso vienen también los turistas. Es ahora cuando se está valorando que eso
cuesta dinero. Como el transporte gratis o el agua gratis. ¿Sabe cuándo valo-
ra una población el agua? Cuando tiene cortes durante dos días. En Canarias
hemos tenido muchos cortes hace mucho tiempo, porque no había agua. Yo
valoro mucho el agua.
Otro tema que nos diferencia es que contratamos empleados que son fa-
miliares de otros que ya trabajan en la empresa. Hay empresarios que prohí-
ben a sus familiares, sean hermanos o primos, que metan hijos en la empresa.
¿Significa eso que los de fuera están antes que los de dentro? Pienso que los
asesores que recomiendan no mezclar la familia con la empresa es porque
ellos mismos quieren hacerse un hueco en la empresa. Frente a eso, le doy
JOSÉ SÁNCHEZ rodríguez | GRUPO JSP
Las utopías no existen
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