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esa misma información, pero totalmente actualizada. Además de la tecnología,
formamos un equipo y esto es algo que me gustaría destacar: una empresa es un
equipo, no una persona que tiene una idea. Es el equipo el que va desarrollando
el proyecto. Esto es fundamental. Para que el equipo funcione, todos y cada uno
deben sentir que el proyecto es suyo y que la aportación de cada cual es funda-
mental. Y, por supuesto, es esencial que confíen en ti.
A partir de ahí nos fuimos moviendo muy rápido. En 1994 creamos
Infoempleo y lanzamos también el suplemento de empleo y formación Nuevo
Trabajo, cuya cabecera se vendió a Prensa Española para su publicación conjun-
ta con
ABC
. Y en 1995 ya estábamos en Internet.
Una de las claves para seguir creciendo fue estar siempre muy atentos a todo
lo que estaba pasando para poder evolucionar. La experiencia nos demuestra
que es fundamental tener un foco claro pero, al mismo tiempo, es determinante
ser flexible para saber adaptarte al cambio.
Así, en 1996 creamos e-Preselec, una solución informática que facilita a las
empresas gestionar sus procesos de selección desde que la persona se pone en
contacto con la compañía hasta su eventual contratación. Todas estas solucio-
nes y toda la experiencia en tecnología fue lo que nos permitió lanzar el portal
infoempleo.es en el año 2000.
Fue un año maravilloso, pero nosotros estábamos acostumbrados a cobrar
por los servicios. La gente se suscribía y pagaba. Sin embargo, con la llegada de
Internet, la competencia empezó a ofrecer gratis los servicios, así que nos tuvi-
mos que reinventar.
En aquel momento, la empresa era mía y yo era un llanero solitario. Lo que
ganábamos lo invertíamos. Entre 1999 y 2001 fue el
boom
de Internet y, por tan-
to, las empresas puntocom éramos el “objeto del deseo”. Pero el caramelo duró
poco y enseguida llegó el pinchazo de la burbuja y la gran crisis de las puntocom.
Nos dimos cuenta de que teníamos que cambiar. Pero no era fácil. Sabíamos lo
que queríamos, pero no cómo cambiarlo por dentro. Además, no podíamos com-
petir con la gratuidad y decidimos retirarnos a los cuarteles de invierno… pero
no nos quedamos parados porque no estábamos dispuestos a tirar por la borda
todo lo que habíamos hecho.
Fueron cuatro años muy duros. Tuvimos que prescindir de gente que lo esta-
ba haciendo bien y a algunos de ellos los volvimos a contratar un tiempo después.
La verdad es que en aquellos años de crisis nunca dejamos de vibrar y de
creer en el proyecto. El empresario tiene que ser a la fuerza un emprendedor.
Ambos conceptos van de la mano. Era evidente que nosotros habíamos subido y
bajadomuy rápido, pero Internet no tenía vuelta atrás y yo estaba convencida de
que lograríamos salir adelante. Teníamos que ser capaces de buscar otras vías de
ingresos para superar el bache garrafal en el que nos veíamos envueltos y prepa-
rarnos para la siguiente etapa una vez que pasara la tempestad.
Sabía que con perseverancia, ilusión, ganas, foco y un equipo que trabajara
conjuntamente, lo lograríamos. Lo vimos como una oportunidad extraordinaria
y apasionante para poder hacer algo más sólido y reforzarnos en aquello en lo
que, en ese momento, no éramos potentes: la tecnología. En el 2004 contrata-
mos a una persona clave para el desarrollo del área de soluciones y eso nos per-
mitió resurgir en el mercado y lograr que un número importante de las empresas
del Ibex trabajaran con nosotros.
Nuestro competidor, Infojobs, había nacido desde el principio con la tecno-
logía en mente y con músculo económico. Ellos fueron los que establecieron la
gratuidad y nos hicieron polvo, pero hay que reconocer que lo hicieronmuy bien.
Nosotros tuvimos dificultades, pero nunca perdimos nuestra segunda posición
en el mercado.
La intermediación laboral on-line apareció a principios de los 90 en Estados
Unidos y a finales de la década en Europa. Su crecimiento en los últimos años fue
enorme, fundamentalmente debido al desarrollo de Internet y a la mejora con-
tinua de los ILO. En 1988 el nivel del uso de los ILO era residual, mientras que
a comienzos de 2006 lo utiliza el 88% de las empresas que disponen de conecti-
vidad. En 2006 el Grupo Vocento entró a formar parte de la compañía con una
participación del 51%.
La única razón que me llevó a perder la mayoría fue la convicción de tener un
proyecto con grandes perspectivas de crecimiento. En la historia de este pro-
yecto para mí hay dos claves decisivas: una, creer firmemente en lo que haces y,
la otra, no perder nunca de vista que el equipo, la suma de todos, siempre aporta
y complementa. Con estas dos claves, después de esos años difíciles, además de
desarrollar mucho la tecnología, ampliamos nuestra oferta a las administracio-
nes públicas y a los centros de formación. Yo tenía muy claro que había un
gap
entre las necesidades de la empresa y la formación que daba la universidad, así
que aprovechamos ese nicho y llegamos a un acuerdo con un rector para desa-
rrollar programas de formación para el profesorado y salvar así ese obstáculo.
MARíA BENJUMEA CABEZA DE VACA | infoempleo
SI QUIERES, PUEDES
