Los que dejan huella - 20 historias de éxito empresarial - page 48-49

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La clínica en Cancún nació de una iniciativa de la cónsul de México en
Tenerife, que nos invitó a un almuerzo con el gobernador del Estado de
Quintana Roo. Me dijeron: “Usted es la persona idónea para hacer un hospital
en Cancún”. Me eché a reír y les dije: “La verdad es que tenemos un
business
plan
hasta el 2010 y no aparece Cancún por ningún lado…”. No era algo que
estuviese a priori en nuestros planes, pero les dije que tenía que ir en octu-
bre a Miami y aprovecharía para hacer una parada en Cancún. Fui en com-
pañía de nuestro director comercial de entonces. En México funciona muy
bien Fonatur, la organización responsable del fomento del turismo y princi-
pal impulsora de Cancún como centro turístico. Cancún era un pueblito de
pescadores y, gracias a Fonatur, se ha convertido en un gran centro turístico
mundial. Lo mismo sucedió con Puerto Vallarta, Los Cabos, y otros sitios. Lo
tienen todo perfectamente planificado: zona turística, zona hotelera, zona de
enseñanza, zona comercial, zona hospitalaria…
En Cancún ya había una clínica en obras y solo estaba construida la plan-
ta baja. Allí, el modelo hospitalario se basa en la venta de consultorios a los
médicos especialistas y, en este caso, habían surgido problemas de todo tipo
que habían hundido el proyecto inicial. Después de muchos avatares financie-
ros derivados de una fallida alianza con los antiguos propietarios, que habían
vendido las licencias de los consultorios, nació Hospiten Cancún, el primero
de los hospitales del grupo en este país inaugurado en julio de 2003. El segun-
do, Hospiten Riviera Maya, llegaría tres años después, en junio de 2006.
A principios de ese mismo año, con motivo de una importante colabora-
ción estratégica con la conocida Clínica Roca –inaugurada en 1988 por el doc-
tor Tomás Roca Suárez, en San Agustín, y de la que surgía en 2001 Hospiten
Clínica Roca San Agustín–, se inaugura Hospiten Clínica Roca Puerto Rico, en
una de las zonas más turísticas del sur de Gran Canaria.
En la Península Ibérica la apertura del primer hospital fue en Estepona, en
2005. La oportunidad surgió porque pasaba los veranos en Marbella, y obser-
vé que solo había un hospital, así que pensé que se necesitaban más servicios
hospitalarios en esta zona. Le expusimos al Ayuntamiento de Estepona nues-
tro modelo, les mostramos en Tenerife nuestra gestión, y hoy es una realidad.
Hospiten Estepona es un hospital precioso, muy moderno, y que está nuevo.
Mis hermanos y yo somos muy soñadores. Seguramente por eso hemos lle-
gado hasta aquí: con buenos profesionales, buenos equipos y altas dosis de ilu-
sión, no existen los límites. Me gusta recordar la frase de don Antonio Bonny
cuando hablaba de sus negocios: “No pongamos límites a la divina providen-
cia”. Por eso hemos llegado hasta aquí… y hasta Jamaica.
La primera ministra de Jamaica, Portia Simpson-Miller, me invitó a una cena
en Madrid, en la que también estaban Abel Matutes, las hijas de Pablo Piñero y
otros hoteleros conocidos. Portia Simpson-Miller, que ha vuelto a ser reelegida
recientemente,me dijo enpresencia de unode susministros: “Meha hablado todo
el mundo de Hospiten, y yo quiero que usted haga un hospital enMontego Bay”.
Fue difícil pero encontramos una empresaria, Michelle Rollins, que nos
vendió un magnífico solar. Prácticamente al mismo tiempo llegó la crisis in-
ternacional y decidimos esperar en lugar de empezar de golpe; adquirimos un
pequeño centromédico con varias camas que reformamos para dejarlo a un es-
tándar aceptable. Hace ahora casi dos años que llegamos y, por tanto, estamos
ganando experiencia. También, a petición de las compañías navieras de cru-
ceros, hicimos un centro de especialidades médicas en el puerto de Falmouth.
En uno de los días que estuve allí había más de 10.000 turistas que llegaron en
dos barcos inmensos.
La guinda a este proceso de crecimiento es la clínica MD Anderson Cancer
Center Madrid. Hasta nuestra llegada, el hospital había tenido problemas de
gestión. Para nosotros fue una gran sorpresa encontrarnos al llegar hace dos
años un equipo médico extraordinario, primeros espadas de la medicina de
Madrid, y un equipo de enfermería magnífico, como si lo hubiera diseñado
Hospiten, porque nosotros presumimos de ocuparnos del paciente, del trato
personalizado… En este negocio es vital entender que lo que no cuesta dinero
es más importante que todo lo que tienes que comprar. Por ejemplo, sonreír al
paciente, tratarlo con respeto, animarlo, hacerle sentir que se le ayuda y se le
aprecia. Esa es nuestra filosofía. Mi padre solía decir: “Bastante faena es estar
enfermo como para no tratarlos bien. El paciente perdona que te equivoques,
pero nunca que lo abandones o lo maltrates”.
Queda señalar un capítulo más en la reorganización de la compañía. En el
año 2005 terminó nuestra etapa de asociación con Mercapital: procedimos a
refinanciar nuestra deuda con un crédito sindicado en el que participaron nu-
merosos bancos y que nos permitió, entre otras cosas, la compra del paquete
accionarial de Mercapital.
Hospiten es una empresa familiar. El capital pertenece casi en su totalidad a la
familia Cobiella. En el consejo del grupo se sientan los cuatro hermanos Cobiella
SUEÑOS DE BATA BLANCA
PEDRO LUIS COBIELLA SUÁREZ | GRUPO HOSPITEN
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