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Estamos orgullosos de la empresa, porque seguimos creciendo y, ahora, para
mantener el liderazgo, vamos a lanzar un nuevo producto, Dekton, que tam-
bién va a revolucionar el mercado.
Para lanzar Dekton tuvimos que emplearnos a fondo en la preparación
previa de la inversión: logramos apoyo financiero gracias al equipo que tene-
mos y dedicamos miles de horas de investigación en el departamento de I+D.
El producto debía ser muy novedoso y estar muy probado, muy estudiado,
intentando evitar los errores en los que habíamos caído anteriormente… El
objetivo es lograr un impacto al menos tan exitoso como el Silestone y, si se
puede, superarlo.
Seis años ha tardado Cosentino en poder lanzar este producto. Parece
mentira, pero la burocracia de la administración, los permisos que teníamos
que solicitar y demás obstáculos administrativos, nos han retrasado por lo me-
nos cuatro años en el proceso de lanzamiento. Hemos comenzado a construir
una fábrica nueva, posiblemente la mayor inversión industrial que se está ha-
ciendo en España en este momento. A esto hay que añadir las decenas de mi-
llones de euros en aperturas de Cosentino Centers, un nuevo
hub
en Norfolk
(Virginia) y otras inversiones comerciales.
Ahora se puede decir: España no ha vivido de cara a la industria, ni de cara
a las inversiones. Solo ha vivido de cara a la construcción. La industria no era
interesante. Pero, bueno, esos mismos problemas ya los habíamos vivido con
el nacimiento del Silestone en los primeros años 90.
FranciscoMartínez Cosentino suele decir que lo único que ha hecho en su vida es
coordinar cabezas y personalidades más brillantes que la suya.
No soy ningún jefe. El secreto del éxito es haberme rodeado de gente más lista
que yo, aglutinar un gran equipo y saber coordinarlo. No hay que olvidar que
los maestros de escuela solemos tener dotes para la psicología. Mucha gente
cree que yo inventé el Silestone, pero no es así. El Silestone no habría nacido
si antes no nos hubiésemos arruinado con el Marmolstone… En ese momento,
en uno de mis viajes, en este caso en Israel, vi la mezcla de mármol con cuarzo
y pensé: esta es nuestra tabla de salvación, porque nos veíamos abocados a la
ruina de seguir solo centrados en Marmolstone.
El Silestone supuso una revolución en la empresa. Nos obligó a cambiar
totalmente nuestro nicho de mercado: pasar de la construcción a la tienda
de cocina, por las encimeras, era prácticamente un desafío total. Cambiar mi
mentalidad para entender que debíamos salir del mercado de la construcción
y buscar un nicho de aplicación idóneo, como era la encimera para cocinas,
nos costó seis años. Fue muy duro convencer a los marmolistas de que un pro-
ducto artificial era lo importante para poder llegar al cliente final, al ama de
casa, a la mujer, porque a las amas de casa lo que les importa es el diseño, la
durabilidad, la limpieza, la higiene. La revolución estaba servida.
Ahora, el nuevo producto Dekton refleja también la evolución del sector. Nace
para ofrecer al cliente diseños y terminaciones que no se pueden conseguir con
Silestone. Además, mejora las cualidades del Silestone porque tiene más resis-
tencia al choque térmico y se puede aplicar en fachadas o encimeras de exterior
por su estabilidad cromática frente a los rayos ultravioletas. Es un producto re-
volucionario, fruto de muchas e intensas horas de investigación (aproximada-
mente unas 22.000 horas), de colaboración con los mejores fabricantes de ma-
quinaria y con los más cualificados expertos del sector cerámico. El gran éxito
de Cosentino es haber encontrado, con estudio e investigación, una evolución de
la piedra natural.
El miedo a un nuevo fracaso llevó a Cosentino a preparar cuidadosamente el
lanzamiento del nuevo producto: se invirtieron 650.000 euros en un minucioso
estudio de viabilidad del mercado; luego han venido otros estudios sobre aplica-
ciones específicas.
Es psicológico: saber que si te caes te debes levantar… Es muy difícil, se pasa
muy mal. Entiendo muy bien a todos los que han caído y no han podido le-
vantarse. Pero tienes que caer y levantarte, y que te vuelvan a tirar, y aguan-
tar, y tener fe en el proyecto, y rodearte de gente buena, fiel, que vaya contigo
a muerte. Los compañeros de viaje ayudan, uno levanta al otro, por eso son
tan importantes.
La clave para explotar el éxito está en el equipo. Lo que busco es que el equipo
se complemente: unos sonmás incisivos; otros, más reflexivos. Hay que procurar
que se complementen, que sepan trabajar en equipo. También hay que aceptar
que no se puede contentar a todo el mundo. De ahí que, a veces, sea bueno que se
vayan algunas personas, bien porque no sepan trabajar en equipo, bien porque no
estén dispuestas a tener una dedicación completa al proyecto. El equipo tiene que
tener un portero, un defensa, un delantero centro…
Un maestro en la Nba
Francisco Martínez Cosentino | Grupo Cosentino
