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este aspecto en nuestras fábricas, hasta el punto que de que en la mayoría de
nuestras plantas la maquinaria es nuestra y, en algunos casos, es única a nivel
mundial. No hay otras iguales y no se las enseñamos a nadie.
Después de salir de ALCAN, mi primera fábrica fue ALUCOIL. La inau-
guramos en 1997. Todo el mundo me decía:
“¡Estás loco, estás loco…!”.
El 4 de
septiembre de 1996 puse el primer pilar y prometí que arrancaríamos antes de
Navidades. El 28 de Diciembre de 1996 día de los Santos Inocentes la inauguró
el entonces presidente de Castilla y León, Juan José Lucas, en Miranda de Ebro.
Es la joya de la corona: toda la maquinaria es nuestra y nos permite trabajar
en procesos en continuo más rápidos y automáticos, y con precios mejores que
cualquier otro competidor. Hablamos de supermáquinas de 120 o 130 metros
de largo, de 8 a 10 metros de altura y de 10 metros de ancho. Contar con esta
maquinaria es un orgullo. Desde 1997 tenemos tecnologías que nos han querido
copiar y no lo han conseguido. ¡Llevamos 18 años sin que nadie nos copie!
En 1989 trabajando en ENDASA monté en Mosteiro, en Galicia, la pri-
mera fábrica de envases de conservas de pescado de aluminio para competir
con los de hojalata. Comencé a fabricar y vender envases de aluminio para
los empresarios conserveros, todos ellos muy buenos amigos en la actualidad:
Nieto, Jesús Alonso, Rianxeira, Calvo.
¿Cómo se ha desarrollado Alibérico? Con una tecnología única y el dominio
de los procesos. Somos capaces de diseñar la maquinaria y de llegar a acuerdos
estables con las multinacionales de materias primas. Ese conjunto -materia prima,
maquinaria y proceso- lo dominamos muy bien. Siempre nos orientamos a la
innovación, a hacer cosas nuevas. Cada año creamos uno o dos inventos mundia-
les, productos que nadie tiene. Puedo citar, por ejemplo, la espuma de aluminio.
Fabricamos un aluminio especial después de que el edificio Windsor ardiera en
Madrid. Es un panel de espuma de aluminio, constituido por dos chapas y, en el
medio, espuma de aluminio. No somos sabios, somos audaces. El panel de espu-
ma de aluminio es fruto de muchas horas de lectura y de estudio. Observé que los
únicos que habían investigado estos temas eran los laboratorios de los antiguos
países de Europea del Este, centros de investigación en lo que hoy es Eslovaquia o
Rusia. Muchos de ellos eran gubernamentales, en su día ligados con universidades,
que atesoraban mucho conocimiento que no había pasado a la industria. En dos
semanas visité universidades, hice contactos y amigos en Berlín, en Eslovaquia…