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aplicaciones de envases, embalajes e iluminación, y ahora se están replegan-

do. Son empresas que están controladas por financieros, que están volviendo

a sus orígenes y a las que, en el fondo, ya no les preocupa la mina, el metal,

sino el aspecto financiero del negocio.

Nosotros estamos aprovechando esta nueva coyuntura para tomar posi-

ciones

downstream,

en todas aquellas líneas de negocio con mayor valor aña-

dido. Desde mi punto de vista, las innovaciones más importantes no van a

venir de grandes empresas, sino de pequeñas y medianas, como algunas de

nuestras filiales, que son muy ágiles y técnicamente conocen a la perfección

el material. Con pequeños equipos serán capaces de desarrollar y lanzar al

mercado cosas nuevas. A diferencia de esa situación que describo, el, Grupo

Alibérico sí es industrial, es una empresa tecnológica que hace productos

muy avanzados.

Clemente González Soler es un conv encido defensor

del papel que deben jugar las empresas familiares en la

economía. Alibérico está integrada en las 102 empresas

que componen el Instituto de la Empresa Familiar. Él

mismo es miembro de la junta directiva del Instituto.

Hay grandes empresas y grandes empresarios, la mayoría en el sector de los

servicios o en el de agroalimentación. Sin embargo, echo de menos más actividad

industrial en la empresa familiar. El embajador de Alemania en España me co-

mentaba que su país había sorteado la crisis gracias a la industria y a las empresas

familiares. La empresa familiar mira a muy largo plazo, y en Alemania está muy

considerada y es respetada, sobre todo las de un tamaño situado entre los 200 y los

500 empleados, que en España casi no existen. En nuestro país, hay montones de

empresas familiares de menos de diez empleados, y muy pocas que tengan más de

mil empleados. Da la impresión de que se castiga ser grande. En nuestro caso, no

nos interesa pasar de más de cien trabajadores en ninguna de las fábricas, porque

la legislación actual penaliza el crecimiento de las empresas. Soy de los que quiere

crecer y contratar, pero la legislación actual nos lo pone muy difícil. Creo que el

gran problema del desempleo lo pueden solucionar las empresas, pero para que eso

ocurra es necesario un entorno legal que estimule la creación de puestos de trabajo.