Previous Page  8 / 18 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 8 / 18 Next Page
Page Background

23

y yo era el hombre de la tecnología, de la industria, más pegado a la fábrica…

Ya como presidente, ejecuté el proyecto de expansión internacional que ha-

bíamos elaborado. Levantamos fábricas en Francia, Alemania, Estados Unidos

y, después, en más de una treintena de países. Construimos una media de una

fábrica al año. Ahora estamos situados en 35 países con 120 unidades producti-

vas o logísticas.

En el futuro aplicaremos el mismo sistema de crecimiento que hemos prac-

ticado hasta hoy y que nos ha dado buenos resultados: alternar el desarrollo

orgánico con las compras. Toda la gran expansión de los años 90 fue orgánica

pero luego sí que hemos efectuado compras para completar nuestro liderazgo

en una amplia gama de productos. Somos fuertes en Europa, empezamos a ser

fuertes en países como China o Brasil. En China ya tenemos 16 fábricas de las

que salen componentes para los fabricantes chinos de automóviles y para los

fabricantes internacionales instalados en China. Con la compra de la división

de interiores de Magna hemos resuelto una asignatura un poco pendiente que

era Norteamérica. De hecho, la operación surge cuando estábamos a punto de

iniciar en México la fabricación de todos los revestimientos de interior del Audi

Q5 y Magna nos ofrece una fábrica que ellos querían vender.

Los componentes que fabrica Grupo Antolín están instalados en uno

de cada cuatro automóviles que se fabrican en el mundo y equipan

más de 300 modelos diferentes. Tras la adquisición de la división de

interiores de Magna, la empresa está presente en 35 países, con 161

plantas de producción y centros just in time. España es el octavo

fabricante mundial de automóviles y el segundo europeo, después

de Alemania. La presencia de empresas de componentes altamente

especializadas, como Antolín, ha sido decisiva para que los grandes

fabricantes mundiales de automóviles arraiguen en España.

Las grandes multinacionales del sector no pueden subsistir sin una industria

de componentes que responda a sus demandas. España la tiene y es uno de los

valores sólidos que hacen que las grandes del motor sigan apostando fuerte por

España. También debo decir que se están haciendo las cosas razonablemente

bien en materia de pactos sociales, lo que también ha contribuido a que se sigan