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Protocolo de Familia, preparado por expertos del IESE, para salvaguardar los
intereses de la sociedad. Hoy, mis tres hijos, Ana, Arancha y José Luis, trabajan
en la empresa y dan ejemplo de entrega y abnegación. Ana, que es veterinaria
y tiene su propia clínica, lleva la parte de Responsabilidad Social Corporativa.
El Protocolo Familiar solo lleva operativo año y medio.
Cuando comencé a trabajar en Ayesa, mi padre, hombre bueno e inteligen-
te, me aconsejó: “Hijo, el día que tengas un negocio, sepáralo todo lo que pue-
das de bancos y de abogados. Son gente que defiende lo suyo, como es natural,
pero sin darse cuenta ponen sus intereses sobre los tuyos”.
Así que he procurado estar siempre lejos de los bancos. De hecho, la caja
de Ayesa nunca ha estado en números rojos. Siempre hay alguna línea de cré-
dito abierta de tipo coyuntural, pero no tenemos ninguna deuda estructural.
A los abogados he procurado tenerlos lejos hasta que hemos salido al exterior.
Ahora son gente imprescindible y fundamentales en nuestra organización.
Cuando vas fuera necesitas tener asesores en todos los campos, laboral, mer-
cantil, penal, etc. Es difícil circular por la empresa y no tropezar con alguno.
Nosotros no nos hemos endeudado jamás por encima de la tesorería
neta y, cuando hemos adquirido algo, hemos comprado la mayor parte a pul-
món. Como política de expansión, nuestro límite de endeudamiento se cir-
cunscribe a una deuda a medio plazo siempre inferior a la mitad de nuestra
tesorería habitual.
La capacidad financiera es necesaria, pero también ilusión y esfuerzo.
Como dice nuestro himno: “Pon tu corazón en cada decisión y busca la vic-
toria final”.
LA SUERTE HAY QUE SALIR A BUSCARLA
