Los que dejan huella - 20 historias de éxito empresarial - page 50-51

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Suárez, el consejero delegado Juan José Hernández Rubio, y dos de los hijos de
Pedro Luis: Diana y Pedro Luis Cobiella Beauvais.
En el seno de la familia tenemos bastante comunión de criterios. Ya estamos
en la tercera generación. Mi padre nunca supo lo que era un negocio. Se le pre-
sentaron 1.000 oportunidades pero… tenía que sacar adelante la carrera de seis
hijos. Al principio, antes del
boom
del turismo en Canarias, ni quería cobrar, ni
podía cobrar, ni sabía cobrar… El amigo que le regaló el solar para la primera
clínica le decía: “Tino, tú siempre con el 51%; si no, no te metas.” En la primera
clínica, mi padre tuvo el 51%, yo tuve casi el 60% en la segunda, lo mismo que en
la tercera. Cuando hicimos la fusión de los negocios, yo tenía más del 60% y el
resto era de mis hermanos y de un grupo de médicos que habían empezado en
Tamaragua, que tenían el 8%.
Siempre me ha preocupado impulsar la expansión, el crecimiento, las rela-
ciones con Europa, a través de mis vinculaciones con el sector turístico, y con
Madrid, donde estudié la carrera residiendo en el Colegio Mayor San Pablo.
Muchos de aquellos residentes fueron luego ministros. Debo reconocer que,
de mis otros hermanos, el que ha llevado a cabo una labor importante, dentro
de la empresa, ha sido el que me sigue a mí, Francisco, el ingeniero, que estaba
siempre en Las Palmas y lo nombramos consejero delegado porque era el único
que sabía algo de empresa. Mi yerno fue quien terminó de organizar y profesio-
nalizar la empresa, aunque mis otros hermanos han sido fundamentales en el
desarrollo de la compañía.
El comité ejecutivo de Hospiten es muy, muy profesional. Acumula mucho
talento. Hemos organizado muy bien las operaciones en América. La entrada
de Mercapital nos llevó a profesionalizarnos y a convertirnos en una empresa
moderna. Teníamos que organizarnos en términos de gestión de procesos, ad-
ministración, etc., y compramos un sistema ERP de SAP. Cuando me dijeron el
precio, ¡casi me da un síncope!: ¡1.000millones de pesetas! Para nosotros, enton-
ces, era una cantidad exagerada. Peromereció la pena. Gracias al sistema, hemos
podido llevar muy bien todas las operaciones. Funcionamos por comisiones: de
infecciones, de antibióticos y, sobre todo, una comisión de calidad de servicio y
atención al cliente muy estricta. Aplicamos una máxima que es conocida mun-
dialmente:
a complain is a gift
, recibimos las quejas como un verdadero regalo.
Me ocurre con mucha frecuencia: siempre que visito nuestros hospitales, hablo
con los clientes: “¿Alguna queja…?”, les pregunto. Y cuando hablas con ellos
cinco minutos, siempre sale alguna. ¡Lo necesitamos! Le suelo decir: “Nosotros
aprendemos de lo que ustedes no ven bien, ¡porque son nuestros clientes!” Lo
practicamos en todos nuestros hospitales y nos va muy bien… Los profesionales
auxiliares de Hospiten son especiales porque atienden muy bien al paciente y a
la familia del paciente.
Aunque tengo ya 76 años, esta es una empresa joven. Mi hermano cumplió
70 hace un año y dio un pasito para atrás. Mi yerno es el consejero delegado.
Mi hija Diana se incorporó al consejo de administración del Grupo Hospiten.
Mi hijo pequeño, Pedro Luis, estudió Administración de Empresas en ICADE y,
desde entonces, ha sido aconsejado por mi yerno, que ha actuado como su men-
tor. En tercer curso de la carrera estuvo mes y medio en el Santander; en cuarto,
se fue a Londres con Salomon Smith Barney, donde también trabajó tres años
cuando terminó los estudios. Luego estuvo dos años en 3i y posteriormente hizo
el MBA en Harvard y, al final, se incorporó a Hospiten. Trabajó más de dos años
en República Dominicana y México. Fue testigo del inicio de Jamaica y luego
se vino a Canarias, donde actuó como director de operaciones de las islas. Más
tarde pasó al consejo y en la actualidad es consejero-director general del Grupo.
Además, tengo otro hijo, el mayor, Carlos, médico especialista en traumatología
ortopédica que ejerce su actividad en Londres desde hace muchos años.
Cuando alguien me pregunta por el secreto de la gestión, siempre digo lo
mismo: en primer lugar, suerte. Yo he tenido mucha suerte porque he firmado
millones de letras y nunca entendí lo que significaban. He tenido mucha suer-
te con la honradez de mis administradores y más suerte en la formación de un
equipo extraordinario de personas y profesionales que son como de la familia.
Daría la vida por ellos. Nuestro cuartel general en Tenerife es realmente magní-
fico. Empezamos con 50 y ahora tenemos 150 personas trabajando. Desde ahí se
dirige el grupo en todo el mundo. Ser global supone también una intensa inver-
sión en personas y en formación.
Con 16 centros médico-hospitalarios enmarcha, lo realmente único es que a
estas alturas hemos logrado acuñar un concepto propio, un concepto Hospiten
muy especial de la gestión profesional de nuestros equipos humanos. Todos aquí
somos conscientes de estar desarrollando algo grande y muy importante, algo
que han hecho todos y cada uno de los 3.200 profesionales que trabajan en el
grupo. Ellos, toda esta gente, son el secreto.
SUEÑOS DE BATA BLANCA
PEDRO LUIS COBIELLA SUÁREZ | GRUPO HOSPITEN
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